lunes, 11 de mayo de 2015


Pablo Ruiz Ruiz

Cristian Almendros Villacañas

2º A

ACTIVIDAD 4.1 AREA SOCIEDAD.

 

      1. Explica el origen del discurso/paradigma de la educación por competencias y su relación con la sociedad de la información.

La integración de las competencias en la educación, es un fenómeno relativamente moderno. En nuestro país esta integración se materializa en la Ley orgánica de educación del año 2006, donde ciertas competencias quedan registradas. La gran mayoría de países desarrollados han adoptado también esta medida, para conseguir que el alumno sepa desenvolverse en la vida así como en el mercado laboral. Esta educación basada en competencias supone una mejor adaptación de los centros educativos a su entorno social, puesto que se valoran más las actitudes de los niños y las funciones que saben desempeñar, no solo que los alumnos superen los exámenes.

Este proceso ha sido lento en el tiempo, debido a la importancia de este cambio en la forma de educar a las nuevas generaciones y a la más que probable falta de entendimiento entre distintas corrientes de pensamiento. La aparición de las competencias en la educación es debida principalmente a instituciones internacionales como la UE y la OCDE que durante las últimas décadas han trabajado con asiduidad en este campo.

El termino competencia fue utilizado por primera vez por David McClelland, profesor de Psicología de la Universidad de Harvard. Aunque lo hizo enfocándose en el mundo laboral, y la necesidad de que los trabajadores posean actitudes y funcionalidades útiles, no solo títulos académicos. Este autor aporto su granito de arena al origen del estudio de las competencias en el área educativa.

En 1990, en la conferencia mundial de Jomtien (Tailandia) organizada por la Unesco, se redacta la declaración mundial sobre educación para todos y el marco de acción para satisfacer las necesidades básicas del aprendizaje. En esta conferencia se definen las necesidades básicas del aprendizaje  estas necesidades abarcan tanto las herramientas esenciales para el aprendizaje (como la lectura y la escritura, la expresión oral, el cálculo, la resolución de problemas) como los contenidos básicos del aprendizaje (conocimientos teóricos y practicos, valores y actitudes)”. Esto demuestra que, ya por aquel entonces, se le empezaba a dar importancia a las actitudes, y se ponían requisitos en la educación de los niños.

Unos años después se pone en marcha el proyecto Deseco, que se mantiene en funcionamiento desde 1996 hasta 2006. La OCDE trata de conseguir con este proyecto definir las competencias clave que deben desarrollar todas las personas en su educación, además de definir con mayor precisión el término competencia. Tal y como aparece en el escrito final de este proyecto, las competencias clave se pueden dividir en 3 grandes grupos: usar herramientas de manera interactiva, Interactuar en grupos heterogéneos y actuar de forma autónoma.

Un proyecto similar al anterior, tanto en finalidad como en cronología, es  el proyecto CHEERS (Career after Higher Education: an European Research Study) del año 1997. Es una iniciativa de equipos de investigación de 12 países, entre los que se encuentra España, coordinada por dos organismos internacionales como son la OCDE y la Unión Europea. Como se explica en la revista capital humano (2001, nº13) “el cuaderno contiene información sobre el contexto laboral y social de los países participantes en el proyecto y analiza el esfuerzo económico que realizan en educación los diferentes estados europeos”. Conocer la situación laboral y social de un país es muy importante para elaborar las competencias pertinentes, puesto que estas deben ser escogidas en función de las necesidades de la sociedad.

En 1999 todos los ministros de educación de la UE realizaron en conjunto la declaración de Bolonia. En la que ponen miras al futuro en cuanto a la mejora de la colaboración entre los países en materia de educación. Este es un fragmento que resume las ideas de dicha declaración: “la Europa del conocimiento está ampliamente reconocida como un factor irremplazable para el crecimiento social y humano y es un componente indispensable para consolidar y enriquecer a la ciudadanía Europea, capaz de dar a sus ciudadanos las competencias necesarias para afrontar los retos del nuevo milenio, junto con una conciencia de compartición de valores y pertenencia a un espacio social y cultural común”.

Ya en el siglo XXI, se celebra en Dakar el foro mundial sobre la educación (2000) organizado por la Unesco. En esta reunión se informa sobre la importancia de la educación para todos, y el educar en aspectos útiles para la vida y la convivencia pacífica. Ese mismo año, se celebra la Cumbre Extraordinaria del Consejo de Europa en Lisboa. Los responsables en educación de la UE se reunieron para asegurar la coherencia de las competencias básicas en educación, con lo que requiere la sociedad de las nuevas generaciones, una vez que salgan de los centros educativos al mercado laboral.

El proyecto tuning también comienza en el año 2000 propulsado por la UE, y en el año 2003 y siguiendo con lo expuesto en la declaración de Bolonia que hemos explicado anteriormente, propone como objetivo la creación de un marco de colaboración entre las instituciones de enseñanza superior de los países pertenecientes a la unión. Este, asegura el cumplimiento de las competencias clave, pero añade además competencias específicas para las distintas áreas del conocimiento. Los dirigentes de este proyecto mantuvieron una reunión en Berlín en la que afirman lo siguiente “ el grupo de seguimiento de Bolonia ha tomado la iniciativa de desarrollar un marco europeo de titulaciones (MET) de educación superior de gran alcance que, en concepto y lenguaje, está totalmente en sintonía con el enfoque de Tuning”.

En el año 2004, la UE configura el Programa de Trabajo “Educación y Formación 2010”. En dicho escrito, se recogen las 8 competencias clave que deben ser trabajadas en las distintas etapas educativas, estas son:

-Comunicación en lengua materna.

-Comunicación en lenguas extranjeras.

      -Competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología.

     - Competencia digital.

-Aprender a aprender.

-Competencias sociales y cívicas.

-Sentido de la iniciativa y espíritu de empresa.

-Conciencia y expresión culturales.


Por último, en el año 2006 estas competencias son adoptadas por el gobierno español en la nueva ley de educación de aquel año, la LOE. Las únicas diferencias existentes entre las competencias España y otros países residen en la terminología empleada, pero en la práctica son casi idénticas.

 

Una vez que hemos contado el proceso histórico de la implantación de las competencias en la educación, vamos a justificar porque son tan importantes para el correcto desarrollo de la sociedad de la información. Nos encontramos ante una sociedad que avanza más rápido que nunca, los avances científicos y tecnológicos han llegado a muchas áreas de la vida como son la educación y el mundo laboral.

La educación debe estar adaptada a las necesidades de la sociedad, debe producir profesionales adecuadamente formados en sus respectivos empleos, es decir, que sepan desarrollar las funciones que les son requeridas. El problema es que lo que un trabajo pide al trabajador en el momento que está formándose o comienza a trabajar, difiere mucho de lo que se le exigirá pasados 20 años. La sociedad cambia y nosotros también debemos cambiar, por eso, debemos darle importancia al denominado aprendizaje permanente o lifelong learning. Este consiste en la educación continua a lo largo de toda la vida. Para que esto sea posible, la escuela no debe limitarse a impartir contenidos teóricos a los alumnos, sino que debe enseñar competencias a los niños que les ayuden a desenvolverse adecuadamente en el futuro. Una competencia clave para que el aprendizaje permanente sea posible es aprender a aprender, ya que la adaptación a las necesidades de la sociedad en la etapa adulta se suele realizar mediante el estudio autónomo.

El problema que supone quedarse estancado en unos ciertos conocimientos, se ve plasmado por ejemplo en la competencia digital. Dicha competencia es básica e indispensable en la sociedad del conocimiento, lo que ha generado que algunos trabajadores de sectores que han sido informatizados, se han quedado obsoletos para el puesto de trabajo que desempeñan.

Lógicamente, la impartición de contenidos teóricos también es importante, pero para dotar a este saber de utilidad las competencias son estrictamente necesarias, de ahí que en España y otros países de la UE, tanto los partidos de derechas como de izquierdas incluyen competencias en sus leyes de educación. Esto es palpable en España con la LOE y la LOMCE. Las competencias no solo consiguen que la persona tenga una correcta adaptación al mundo laboral, también son importantes para la convivencia entre personas y la adquisición de los valores debidos.

Hay muchas otras variables que inciden en el éxito o fracaso de un sistema educativo pero, una educación no basada en competencias en el momento actual, dejaría a los alumnos en una complicada situación, ya que tendrían los conocimientos adecuados pero no sabrían cómo ponerlos en la práctica.

El punto de vista contrario, al menos en aspectos terminológicos, es exhibido por algunos autores afirman que no es necesario basar el aprendizaje en competencias, puesto que estas están implícitas en el proceso de aprendizaje de manera natural. Sin embargo, competencias que no están relacionadas estrechamente con la asignatura pueden no ser impartidas por el profesor. Dejar plasmadas estas competencias en la legislación educativa es muy importante. Puede que un profesor no desarrolle algunas competencias clave en su horario de clase, si otro profesor si las desarrolla el problema estaría solucionado. Pero sin unas pautas a seguir, puede que todos los profesores caigan en ese error, de tal manera que no se trabajaría con los alumnos dicha competencia. Por ejemplo, la competencia digital podría no desarrollarse en el aula durante todo el curso, si no hay una competencia que así lo disponga.

Por lo tanto, por todo lo dicho anteriormente, el aprendizaje basado en competencias queda totalmente justificado, ya que las competencias son necesarias para que sus conocimientos no carezcan de validez y la persona se integre correctamente en la sociedad.

 

 

 

 

2. Explica cómo se ha ido incorporando la educación por competencias en nuestra legislación educativa.

La educación en el estado español ha conocido varios cambios importantes, uno de ellos es la incorporación de la educación por competencias básicas. Este cambio está sufriendo un amplio número de disputas. La pregunta que nos realizamos nosotros es la siguiente: ¿la incorporación de las competencias básicas en el curriculum puede ser considerada una mejora para el sistema educativo?

Según José Moya Otero, las competencias básicas en el curriculum dependen de tres condiciones:

En primer lugar, “dependería del modo en el que se estableciera la relación entre las competencias básicas y el resto de elementos didácticos que hasta el momento se han considerado prescriptivos (objetivos, contenidos y criterios de evaluación)”.

En segundo lugar, “dependería del modo en que se definiera el desarrollo del currículo en los centros educativos”.

En tercer lugar, “dependería del modo en que las competencias básicas se vincularan a las evaluaciones diagnósticas de los aprendizajes previstos por la LOE”.

(Moya, 2011, pp.15)

En el pasado, la educación ha transcurrido por momentos complicados, donde los entornos profesionales se han visto sometidos a diversas reformas, que han generado un ambiente desmotivado y desilusionador, hasta crear cierta desconfianza y pasividad ante otra nueva ley, repercutiendo en el pesimismo de los centros. A pesar de ello, siempre se ha intentado realizar un buen trabajo dentro de las aulas, procurando intervenir de forma profesional en una realidad cada vez más cambiante y compleja.

El discurso pedagógico de las competencias tiene su aparición, según Bernstein en la segunda mitad del siglo XX y lo hace simultáneamente en distintas disciplinas:

Lingüística: competencia lingüística (Chomsky).

Psicología: Competencia cognitiva (Piaget).

Antropología social: competencia cultural (Levi- Strauss).

Sociología: competencia de los miembros del grupo (Garfinkel).

Sociolingüística: competencia comunicativa (Dell Hymes).

 

(Bernstein, 1998, p.70).

 

La introducción del concepto de competencias básicas apareció por primera vez en la legislación de nuestro sistema educativo en el año 2006 a través de la ley LOE y en 2013 con la nueva reforma educativa LOMCE, que podemos observar en nuestro sistema educativo actual. Por contrapartida la reforma anterior a la LOE, la cual recibe el nombre de LOGSE (Ley Orgánica General Del Sistema Educativo, de 3 de octubre de 1990), la cual no introducía dentro de su sistema educativo las competencias. Con la reforma educativa LOE  se introdujeron una serie de competencias clave para el desarrollo curricular del alumno a la hora de llegar a conseguir los objetivos propuestos, que sea vea como un elemento activo dentro del aula etc. Las competencias básicas son: Comunicación Lingüística, matemática – científica – tecnológica, digital, aprender a aprender, sociales – cívicas, iniciativa espíritu emprendedor y conciencia – expresiones culturales.

Las competencias es un instrumento curricular con la misma equivalencia que los objetivos, contenidos, metodología, los criterios de evaluación y estándares de aprendizaje. Las reformas que se han dado en nuestro sistema educativo, no solo ha sido apoyado por el propio gobierno del país, sino que también han sido estimulados por el Parlamento Europeo del 2006 con perspectivas con el compromiso del 2020.

El mismo autor anteriormente citado destaca que “España, como otros países de la Unión Europea asumió un reto: lograr que la incorporación de que las competencias básicas se trasladara a las aulas, apoyándose en la configuración del sistema educativo y en un determinado modelo de diseño y desarrollo del currículo”. (Moya, 2011, pp. 15-16)

La Unesco por su parte hace casi 30 años fue el primero que fijó los primeros principios de las competencias, sosteniéndose en 4 pilares básicos de la educación del siglo XXI: Aprender a conocer, a hacer, a ser y a convivir.

Por otro lado el Ministerio De Educación ha publicado una disposición que define y explica las 7 competencias en el Real Decreto 126/2014, el cual está instalado en los cursos impares de la Educación Primaria, con el objetivo de aumentarlo en cursos pares en el próximo curso escolar.

A partir de esta reforma los centros están integrando estas competencias clave como un elemento esencial en el nuevo curriculum, además los centros procuran que estas competencias se relacionen con los Objetivos Generales de la Educación Primaria de manera precisa, para que el alumnado llegue a alcanzar los objetivos propuestos. Estas competencias se evalúan de forma continua al final de la etapa escolar y con la evaluación externa al finalizar la etapa de Primaria y Secundaria.

Estas pruebas externas tienen un gran peligro ya que en cierto modo solo evalúan los conocimientos memorísticos en vez del propio desarrollo que el alumnado consigue a partir del trabajo práctico de las competencias básicas. Esta tendencia es la misma a la que se enfrentan los alumnos que terminan de cursar bachillerato (Selectividad). Sin embargo como afirma Alfonso Cortés Alegre, la clave de la mejora educativa no se encuentra en los resultados de las evaluaciones externas, sino en los análisis de la metodología usada por parte del profesorado, ya que se debe fomentar el cambio de la metodología tradicional a una activa. La causa de este cambio se debe a querer impulsar  una mayor participación del alumnado dentro del aula, originando aprendizajes más implícitos, en los que el niño adquiera los conocimientos por medio de la compresión, él razonamiento y no solo utilizando métodos memorísticos.

Las competencias son básicas para el desarrollo del alumnado en la etapa escolar, en la cual fomentan un desarrollo personal e intelectual, la actividad de una sociedad responsable promoviendo la inclusión social y laboral. Por otra parte implican una nueva forma de enseñar a aprender, introduciendo más prácticas en la realización actividades en el ámbito escolar. El uso de las competencias en el aula debe tener como fin enriquecer la base cultural que el alumnado debe conseguir al finalizar la educación obligatoria.

Aplicar estas competencias en el aula denota marcar unos conocimientos básicos e imprescindibles en cada materia, unos estándares de aprendizaje que el alumno debe adquirir para defenderse en la sociedad actual y de esta manera seguir progresando en las posteriores etapas educativas.

El trabajo que el profesor debe promover en el aula debe ser de descubrimiento por parte del alumnado, es decir el profesor tiene que estimular el interés del alumnado y este por su parte tenga como fin descubrir su propio aprendizaje, frente al trabajo mecánico que se da en las aulas

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bibliografía:

Bernstein, B. (1998). La estructura del discurso pedagógico. España: Morata.

Cortés, A. (2014). El nuevo currículo LOMCE y el trabajo por competencias. Fórum Aragón, 12, pp. 30 - 33.

López, F.J. (2010). Una educación por competencias para una sociedad del Siglo XXI, innovación y experiencias educativas, n33

Moya, J. (2011). Teoría y práctica de las competencias básicas. Barcelona: Graó.

Proyecto Deseco (2005). Definición y selección de competencias clave Recuperado el 8/05/2015 de: http://www.deseco.admin.ch/bfs/deseco/en/index/03/02.parsys.78532.downloadList.94248.DownloadFile.tmp/2005.dscexecutivesummary.sp.pdf

Valle, J. , Manso, J. (2013). Competencias clave como tendencia de la política educativa supranacional de la UE.

VV. AA.(1990) .declaración mundial sobre educación para todos, marco de acción para satisfacer las necesidades básicas del aprendizaje. Recuperado el 8/05/2015 de: http://www.unesco.org/education/ HYPERLINK "http://www.unesco.org/education/pdf/JOMTIE_S.PDF"p HYPERLINK "http://www.unesco.org/education/pdf/JOMTIE_S.PDF"df/JOMTIE_S.PDF

 

VV. AA. (1999). Declaración de Bolonia. Recuperado el 10/05/2015 de: http://www.uah.es/universidad/espacio_europeo/documentos/declaracion_bolonia.pdf


 


VV.AA. (2001). Educacion superior y empleo de los titulados universitarios en Europa, capital humano,n13